Pecados que no se pueden cometer en Navidad

 
No todo es paz y amor. Diciembre es tiempo de compartir, pero también es una temporada llena de caos. Caos en la calle, caos en la agenda, caos en el bolsillo. Pero hay luz al final del túnel.
Es imposible eludir la Navidad. 48 horas después de Halloween todo se inunda de artilugios navideños, desde las luces de la ciudad hasta los envases de gaseosa; se multiplican los ambientes que recrean un invierno lleno de nieve y pareciera que noviembre dejara de ser un mes para darle paso a un diciembre de 61 días.
Y, por supuesto, no todo es paz y amor. Diciembre es tiempo de compartir, pero también es una temporada llena de caos. Caos en la calle, caos en la agenda, caos en el bolsillo. Estos son algunos de los 'pecados' que no puede cometer este mes.
- Gritar a los cuatro vientos que no le gusta la navidad.
No tiene nada de malo que no le guste la navidad, pero hacer las veces de 'grinch' no es nada agradable y muchos menos tener fama de antisocial. Así evitará discusiones y enemigos que no valen la pena.
- Dejar sin regalo a la novia o esposa e hijos pequeños.
Puede prescindir del regalo de los papás, el del amigo, los primos, la hermana, su jefe... pero nunca el de estos seres. Si no le da regalo a su pareja, o si lo olvida, aténgase a las consecuencias. Más que al reclamo, con seguridad ella le dará un regalo a usted y así quedará como un zapato. Además, estos detalles ellas nunca los olvidan. Respecto a los niños, ellos siempre contarán con el regalo de su papá. No tienen que ser una docena de presentes, sin falta habrá un regalo que el niño o la niña anhele más que a cualquier otro. No es tarea difícil saber ese dato, ¿o sí?
- Comprar los regalos el 23 y 24 de diciembre.
Meterse en un centro comercial un 23 de diciembre es como tratar de salir a comer el día de la madre sin hacer reservación; como transitar el centro en carro o transporte público a las 5:30 p.m.; o como tratar de conseguir un boleto de avión barato la última semana del año. El panorama es el siguiente en un lugar de estos: enormes filas para pagar, estacionamientos llenos, precios inflados, mercancía agotada, ningún taxi disponible... ¿necesita más razones?. Ir a comprar un 24 de diciembre significa no conseguir nada que le guste y es un síntoma ineludible de que le cogió la noche.
- No planear con anticipación su viaje.
Viajar en diciembre implica, en general, verse con los seres queridos, largarse de vacaciones y salir de la rutina. Si planea hacerlo, esperamos que para cuando haya leído estas líneas ya tenga todo listo para su viaje. Comprar boletos aéreos y conseguir hotel en diciembre es una puñalada para el bolsillo, si es que hay disponibilidad para lo que quiere. Si no tiene nada planeado y piensa hacerlo de todos modos, olvídese de la playa en el caribe y opte por un destino menos concurrido.
- Pasarse de tragos en la fiesta de la empresa.
Por su bien, mídase. El exceso de alcohol en este momento puede desembocar en: no tener filtro para decirle lo que piensa a su jefe; en bailar encima de la mesa y caerse; en coquetearle a la gerente; en darse en la jeta con el que no se lleva bien; en quedarse dormido en las escaleras; en tener una pena moral incurable al día siguiente... En últimas, en que su dignidad y trabajo lleguen hasta ese día.
- Ir a las reuniones que no quiere ir.
¿Le fastidia ir a esa comida en la casa de sus vecinos o al concierto coral de su sobrino? ¿Alguien osó a invitarlo a ver el alumbrado? Es muy simple, no vaya. Invente alguna mentira blanca y no se amargue la vida. Evite a toda costa las reuniones a las que no quiere ir, que en diciembre abundan las despedidas, las novenas donde no se reza la novena, los almuerzos que se extienden hasta las 4:00 p.m. y más. Por no ir a una reunión no va a quedar mal y tampoco se arruinará su vida social.
- Dejar la decoración navideña hasta marzo o más.
Sabemos lo engorroso que es volver a empacar y guardar todo, pero que la pereza no sea el motivo para que esas guirnaldas de la entrada duren casi hasta marzo.
- Esperar a que termine el año para "cambiar y tener nuevos propósitos".
¿Por qué esperar a que empiece el 2013 para lograr cosas? Si quiere haga balances de cómo ha sido este año en lo laboral, lo sentimental y lo económico, pero no espere a que cambie el calendario para empezar a hacer cosas como ahorrar, pintar la casa, comer saludable, Etc.

Fuente: http://www.revistadonjuan.com

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